Ni malo, ni perfecto.
Esta cuarentena me dejó "atrapada" justo donde debía estar, solo que sin planearlo, lejos de "mi casa".
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Con el sinsabor de dos vuelos cancelados, y la promesa incumplida del reencuentro, por ahora, luego de 5 años sin ver a mi hermana.
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Pasando por un montón de pruebas y luchas a nivel personal, que no sabría, y creo que tampoco podría enumerar. Midiéndome, como siempre, ante mí misma en cada situación.
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Con un montón de lágrimas, de sentimientos tan opuestos que ni entendía cómo era que todo eso podía coexistir en el mismo sitio que era "yo". Y, aún así, digo: ¡bendita cuarentena!
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Porque, lejos de mi hogar, me he podido conectar, genuinamente, con el hecho de que lo llevo por dentro. Sumado a enorgullecerme, estar consciente de ello en estas circunstancias, lo hice una herramienta para "volver" a mí, y:
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- Bailar tan intensamente como realmente me apasiona.
- Crear nuevas formas de expresión.
- Ver mensajes en todo lo que me rodea, y capturarlos, (sobre todo en fotografías, y, haciendo/editando composiciones).
- Honrar y darle fluidez a mi creatividad, (mi mente parece una máquina, se me ocurren mil cosas e ideas a la vez).
- Encontrar espacios para experimentar momentos de quietud, meditando.
- Volver a la escritura, para entender que jámas me fui, es imposible. Y que, además del baile, no hay acción "física" que me lleve más a mí.
- Descubrir en mí un placer divertido por mi canto, (muy),desafinado.
- Propiciar, más que de costumbre, los momentos para reír.
- Disfrutar a mis sobrinos y volver a ser una niña con ellos, descubrir un lado maternal que ni sabía que tenía
- Desarrollar nuevos niveles de empatía y entendimiento, y, con eso, re-afinar mi cualidad para adaptar mi lenguaje, para hacerme entender asertivamente conforme lo demande la situación.
- Reconocerme el poder ser, también, madurez, contención, guía y apoyo
- Re-encontrarme con el placer único y especial que me genera uno de mis propósitos más grandes de vida: comunicar.
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Me he sumergido, como siempre, pero esta vez con una calidez especial, en las profundidades de las aguas que más expectativa y fascinación, me generan: las de mi alma, mi mente, mi inconsciente, las de mi ser.
-Ultra Violeta-
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